jueves, 24 de febrero de 2011

María Tudor

La inglesa María Tudor que nació el 18 de Febrero de 1515 era hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón. En un primer momento María fue destinada a casarse con Carlos V pero al fracasar la consumación de dicho enlace, la princesa fue víctima de terribles tormentos hasta que finalmente subió al trono de Inglaterra como María I con treinta y ocho años de edad.

Su casamiento, que fue elaborado con fines políticos, se produciría como ya era costumbre tras la dispensa papal por tener lazos de consanguineidad con Felipe II, el cual se casaba por segunda vez. Antes del casamiento María, la cual poseía un retrato de Tiziano de su futuro esposo no tardó en experimentar los lazos de amor hacia su prometido. Los esponsales se celebraron por poderes el día 5 de Enero de 1554 siendo el conde de Egmont el representante de Felipe II. Como era costumbre, éste noble realizó el ritual de acostarse en el lecho de la esposa con una armadura para corroborar que no se llegaran a mayores intimidades más allá del simbolismo ritual que debía representar la escena. Más adelante el 25 de Julio, los esposos se vieron por primera vez y consumaron su matrimonio.

A pesar de que María Tudor no despertaba un gran deseo en Felipe II debido a su avanzada edad, parece ser que éste respondió fielmente a sus deberes como esposo y como encargado de dar un heredero a la corona. El primer avistamiento de un embarazó llegará con la sospecha del abultamiento del vientre de María, que aunque no llegaba a saberse con certeza, todo indicaba que estaba en estado de buena esperanza. Incluso ella misma llego a afirmar que en su vientre se movía una pequeña criatura. Sin embargo, el paso del tiempo hizo ver que no se trataba de un embarazo sino posiblemente de hidropesía (acumulación de líquido en los tejidos). Esto causó una gran decepción para María y para el resto de la corte y de la población ya que los preparativos estaban completamente terminados y se esperaba con rotunda seguridad el nacimiento de un varón. Parece ser incluso que la princesa estuvo en posición de parto y llegó a sentir los dolores del mismo.
En relación a esto parece ser que el obispo Bonner le infundió la idea de que todo lo ocurrido era un castigo divino por no continuar con la persecución de herejes y por ello María Tudor mando quemar a decenas de personas. Por otro lado, Felipe II se sintió engañado pensando que su mujer le había hecho creer la existencia de un embarazo para retenerle a su lado. Dado esto, los esposos no volvieron a tener otro contacto más allá del epistolar. Sin embargo cuando María realizó su testamento estaba convencida de que portaba un futuro heredero en su vientre, como consecuencia del encuentro que había tenido lugar con su marido pero todo ello era fruto de su imaginación o de su invención debido a sus ansias por ser madre. Además María Tudor anhelaba la creación de una dinastía que uniese ambos reinos y que aportase una consolidación de su ferviente fe cristiana.

María Tudor falleció sin descendencia el 17 de noviembre de 1558 debido a una enfermedad que la debilitó progresivamente sin ver cumplidos sus exacerbados deseos de ser madre.

Isabel de Valois

Isabel de Valois nació el 3 de Abril de 1546 en Fontainebleau, siendo hija de Enrique II de Francia y Catalina de Médicis. El objetivo de este casamiento era la concordia política con Francia personificándose en la figura de Isabel de Valois quien será conocida popularmente con el nombre de “Isabel de la paz”. En un principio, Isabel iba a convertirse en mujer del príncipe Don Carlos el cual era el primogénito del que será su marido Felipe II, siendo ésta su tercera esposa. En este contexto, tuvieron lugar muchos rumores de los posibles amoríos entre este triangulo de personalidades, alegándose los terribles celos que sentía Carlos hacia su padre y la que se convertiría en su madrastra. Finalmente, las nupcias tuvieron lugar el 22 de Junio de 1559. Como ya había sucedido en otros matrimonios reales, en vista de la ausencia física de Don Felipe, el duque de Alba se encargó de efectuar su representación simbólica, incluyendo el lecho matrimonial.




Cuando Isabel llegó a España tenía a penas catorce años y algunos cronistas cuentan que Felipe II quedó impactado por su juventud y belleza. Paralelamente, cabe destacar que cuando se pretendió consumar el matrimonio, Isabel era todavía una niña arrebatada de las faldas de su madre que fácilmente podía poseer muñecas como parte de sus pertenecías, además de que todavía no había alcanzado su madurez sexual, por lo que se pospuso la consumación para un año más tarde, algo sobre lo que el rey no estaba muy conforme. Sin embargo, a sus quince años de edad Isabel se había convertido en una muchacha vigorosa y alta que distaba mucho de la niña que había llegado a España aproximadamente un año atrás.



A pesar de ello, los comienzos de la consumación matrimonial fueron para Isabel de Valois un tanto dolorosos según algunos escritos que eran enviados a su madre Catalina, aunque posteriormente se solucionarán. Isabel padeció durante algunos de sus viajes una leve viruela que se solventó no con muchas dificultades y en el año 1564 se anunció su primer embarazo estando su marido pendiente de ella ante las dificultades de salud que experimentaba de manera continua. Finalmente y ante las numerosas sangrías que se le practicaron para establecer su recuperación, Isabel tuvo un esperado aborto. Al parecer este hecho hizo que su marido Felipe II, el cual tenía relaciones extramatrimoniales y sabidas amantes, decidiera serle fiel a su esposa.



En su ansiado deseo por engendrar un hijo, Isabel de Valois seguía pintorescas indicaciones como las de darse baños, a los que la reina se oponía por su vergüenza a presentarse desnuda, o las de ingerir ungüentos y brebajes, muchos de ellos recomendados por su madre Catalina, asimismo la solución a su problema fue buscada también en el ámbito religioso. Finalmente, su primera hija Isabel Clara Eugenia nacerá el 12 de agosto de 1566. Parece ser que esta niña fue el ojo derecho Felipe II a quién no le importó que fuera mujer ya que creía fielmente en que poseía una anomalía para engendrar varones, teniendo su único hijo Carlos cierta deficiencia física. Un año después, llegará un tercer embarazo que traerá al mundo a una segunda hija llamada Catalina Micaela. El nacimiento de una segunda hija provocó más desconsuelo en Isabel que en Felipe, ya que ella sabía que los planes de futuro de su reinado dependían de un hijo varón.



Por último, cabe decir que la reina falleció expulsando un feto que murió al poco tiempo de llegar a la vida. Se especula sobre una medicina que le provocó la muerte ya que murió a las pocas horas de ingerirla, como si fuese una especie de veneno y a ello se atribuyó su muerte sin ningún fundamento histórico. Lo cierto es que doña Isabel contó con un estado de salud delicado en su vida que fue agravado por las numerosas atenciones médicas que en esa época agravaban más que mejoraban su estado y en esta línea, más debilitada que nunca. Isabel de Valois dejó a su reinado, a su marido y a sus dos hijas para siempre.

Margarita de Austria

Margarita de Austria nació el 25 de diciembre de 1584 en Gratz (Austria) y fue destinada en matrimonio a Felipe III. Parece ser que cuando la joven recibió la noticia de que iba a desposarse con el heredero a la corona de España, ésta se encontraba en un hospital haciendo gala de su caritativa vocación de asistencia al prójimo. Estado Margarita de camino a España falleció Felipe II y el matrimonio ya como reina de España tuvo lugar el 13 de noviembre de 1598 de forma representativa. Los nuevos reyes se conocieron posteriormente y parece ser que a pesar de la corta edad de la reina, que tan sólo tenía catorce años y de la veintena de edad de Felipe III , el matrimonio se consumó de inmediato.

Margarita de Austria mantuvo una ferviente obsesión con dar un heredero a la corona y a su marido, considerando esto como su única función y llegando a sentir que de no ser así no sería digna de más mínimo respeto. Finalmente, el deseado embarazo llegó y el día 22 de Septiembre de 1601 dio a luz a su primera hija, Ana Mauricia. Este embarazo se dio sin complicaciones y su esposo Felipe III estuvo a su lado en los momentos previos al parto. Aún así, la reina realizó antes del mismo su testamento, ya que además de ser costumbre era un signo más de su exagerada aptitud devota. Esta postura condujo a que Margarita ordenase el envío de una reliquia, el báculo de santo Domingo de Silos, destinado a los buenos partos, algo que se convertirá en una tradición para las futuras reinas españolas.
Un segundo alumbramiento tuvo lugar dos años después dando lugar a una niña que murió a los pocos meses. Posteriormente el 8 de Abril de 1605 nacerá el primer hijo y heredero de la corona, el futuro Felipe IV. Margarita tendrá a lo largo del tiempo dos hijas más llamadas María y Margarita Francisca y dos nuevos varones, bautizados como Carlos y Fernando respetivamente. Finalmente, su último hijo el infante Alfonso, nacerá el 22 de septiembre de 1611. A consecuencia de este parto, unos días después Margarita de Austria fallecerá con sólo veintisiete años de edad. Hay que resaltar que la ferviente fertilidad de Margarita había sido heredada de su madre, la cual había llegado a tener quince hijos.
Debido a su gran aptitud devota, la reina se preparaba siempre para morir ante cada uno de sus partos, sobreviviendo a un gran número de ellos y cumpliendo a la perfección el papel de madre que tanto ansiaba perfeccionar. La muerte desde el punto de vista médico se produjo, como era usual, por infección puerperal (inflamación séptica localizada o generalizada) sin embargo la creencia popular de su muerte fue, como venía ocurriendo en otro caos, la de un envenenamiento. El rey vivió los diez años que sobrevivió a su mujer desolado y sin volverse a casar, por lo que recibirá el apelativo de “Rey Pio”.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Velazquez Diego

El pintor más sobresaliente de la pintura española. Nace en Sevilla y fue aprendiz del pintor Pacheco. En 1617 ya era maestro pintor y pinta con maestría técnica y gran personalidad. En sus primeras obras su estilo es naturalista, las figuras religiosas son retratos más que tipos ideales y la luz tiene ya una cualidad misteriosa. Su pincelada es densa pero ágil. En 1623 fue llamado a Madrid por el conde-duque de Olivares, sevillano como él. Felipe IV quedó prendado del artista y le nombró pintor de corte a la edad de veinticuatro años convirtiéndose en el más prestigioso pintor del país. Nunca perdió la admiración del rey. A partir de entonces abandonó el tema del bodegón y aunque pintó temas religiosos y mitológicos e históricos, se convirtió esencialmente en retratista en cuya tarea humanizó la tradición del retrato de corte tradicional, dotando a sus modelos de vida y carácterización psicológica. En 1628 conoció a Rubens y al año siguiente viajó a Roma, hasta 1631. Su pincelada es ahora más suelta, por influencia de los grandes maestros que conoce en este viaje y se nota maduración en la composición de sus cuadros. Está dentro de la tradición barroca pero sin ampulosidad ni embellecimientos alegóricos. En sus últimos años en Madrid siguió siendo objeto de honores y alcanzó nuevas metas como pintor. Su pincel es brillante y libre, es un hábil colorista. Subordina el detalle al efecto de conjunto. Pinta la atmósfera con una viveza sin precedentes. Todo esto culmina en su obra más famosa, Las Meninas, el mejor cuadro del mundo en opinión de muchos artistas y críticos

Josefina

Napoleón declaró en alguna ocasión haber estado locamente enamorado en su juventud de la que sería su esposa, Josefina Beauharnais, de quien no dudaría, años después, en divorciarse para contraer nuevo matrimonio con María Luisa de Austria, miembro de uno de los linajes más antiguos de Europa, con quien deseaba tener un heredero para su noble estirpe recién estrenada. El año 1810, el de su enlace con María Luisa, marcó el cenit napoleónico.
JOSEFINA.
En Paris circulaba el rumor de que Josefina era amante del Director Paúl Barrás. Cuando Napoleón se enteró, comenzó a alejarse de su amiga y concentró su atención en tareas militares. Josefina le mandó este mensaje “Ya no viene a ver a una amiga que le profesa afecto; la ha abandonado por completo. Comete un error, porque ella siente por usted un tierno afecto. Venga a almorzar mañana. Deseo verlo y conversar con usted acerca de sus asuntos. Buenas noches, amigo mío, lo abrazo. La viuda Beauharnais.”

En el invierno de 1795, Napoleón reanudó sus visitas y se enamoró. Josefina no le amaba pero la atraía la fuerte personalidad de aquel joven, seis años menor que ella, y el estaba fascinado por su belleza. Napoleón le ofrecía regalos como Barrás, pero Josefina valoró su sinceridad frente a la hipocresía de Barrás.
Tras un tiempo como amantes, la mente ordenada y calculadora de Napoleón comenzó a pensar en el matrimonio.

Barras, el único de los cinco directores de origen noble, animó a Napoleón a casarse con Josefina y así tener dos buenos amigos influyentes. Además, como los franceses son tan elegantes para estas cosas, ofreció a Napoleón como regalo de casamiento el mando del ejército de los Alpes.

El matrimonio se celebró en marzo de 1796, en la sala de casamientos del municipio, en la Rue d´Antin y un día más tarde el flamante general partía rumbo al frente italiano.

Napoleón la pidió un deseo “No pido amor ni fidelidad eternos, únicamente... la verdad, una franqueza ilimitada. El día que me digas “te amo menos” será el último día de mi amor o el último de mi vida.”

Tú nunca me amaste”. “Tengo el corazón herido con miles de cuchillos”. En la misiva, escrita el 8 de junio de 1796, el marido reprocha a la esposa su ausencia en la campaña italiana.

El 2 de diciembre de 1804 alcanzó la cumbre. Ese día Napoleón Bonaparte se coronó emperador en la catedral de Notre-Dame, en París. Acto seguido ciñó la corona imperial en las sienes de su querida esposa, con la que había contraído, a petición del Papa Pío VII, una boda religiosa celebrada en secreto. La coronación no fue del agrado de la familia de Josefina. Su madre ni siquiera acudió al acto.

Las desavenencias comenzaron debido a las infidelidades de Napoleón, que ella no ignoraba. Además, vivía con el constante temor de ser abandonada, pues no había podido darle un hijo. Por esta situación, la familia Bonaparte nunca aceptó a Josefina.

La carencia de hijos en común determinó a Napoleón, inducido por Talleyrand, a divorciarse en 1809 para contraer nuevo matrimonio en 1810 con María Luisa, archiduquesa de Austria e hija del emperador Francisco I de Austria, perteneciente a la casa de Habsburgo. Con este enlace vinculaba su dinastía a la más antigua de las casas reales de Europa, con la esperanza de que su hijo, nacido en 1811 y al que otorgó el título de rey de Roma como heredero del Imperio, fuera mejor aceptado por los monarcas reinantes.

osefina se retiró a Malmaison, donde falleció, a causa de un catarro mal curado, el 29 mayo de 1814, mientras Napoleón se encontraba “exiliado” en Elba. La víspera de su muerte, Josefina dijo “La primera esposa de Napoleón jamás provocó una sola lagrima.”
No era cierto. Al enterarse Napoleón de su muerte, se encerró durante días y comprendió que sólo el deseo de un heredero para Francia pudo separar su amor.

La Gioconda

La Gioconda es el cuadro más famoso que existe. De ahí que aunque nunca haya sido tasado, si lo fuese, probablemente alcanzaría la cifra más alta de la historia del arte. Por ello, no es extraño que fuese robado del Louvre por Vicenzo Perrugia (pintor italiano) en 1911 aunque apareció dos años más tarde en Italia.
Parece ser que la protagonista del cuadro es Lisa Gherardini, una dama florentina casada con Francesco del Giocondo, banquero napolitano. No obstante existen otras posibilidades sobre quién es la protagonista del cuadro. Hay quien dice que es la española Constanza de Ávalos, y arriesgándose aún más hay quien afirma que el retratado es Francesco del Giocondo o incluso el propio Leonardo.
Es la última gran obra de Leonardo, y de hecho estuvo retocándola hasta sus últimos días, llevándole cuatro años completar el proyecto. A posteriori se sabe que pertenecio al amigo y mecenas de Leonardo da Vinci, el rey Francisco I de Francia y más tarde a Napoleón sin pertenecer en ningún momento a la familia Giocondo.


Giorgio Vasari, que escribió sobre la vida de los artistas de la época nos cuenta: "Los ojos de Monna Lisa tienen una brillantez lustrosa y los matices de la figura están realizados en colores pálidos, rosados y grises... Las pestañas y las cejas están perfectamente diseñadas, lo cual implica una gran técnica y mucha dificultad... La nariz es bellísima..."


Vasari también dice en sus escritos que mientras Leonardo pintaba a su modelo siempre había alguien cantando, tocando música o contandole una historia y que de esa manera consiguió la expresión placentera en su rostro.

Biografía de Isabel I de Castilla

Biografía de Isabel I de Castilla

La azarosa llegada al trono de Castilla
Isabel l de Castilla -La Católica- (Madrigal de las Altas Torres 1451- Medina del Campo 1504) reina de Castilla entre 1474 y 1504, fue la primogénita de Juan II de Castilla e Isabel de Portugal.
Sin embargo no lo era para su padre quien casado en primeras nupcias con María de Aragón, había tenido a Enrique, futuro Enrique IV, quien ocuparía el trono antes de que lo hiciese Isabel, quien no estaba destinada a ocuparlo ya que tenía por delante a éste y a su otro hermano, el más querido, Alfonso.


Por ello Isabel creció sin mayores preocupaciones en Arévalo junto a su madre y su selecta corte, portugueses todos y su hermano pequeño. Su padre ya había fallecido. Estos primeros años son descritos por los cronistas como felices, lejos de las intrigas palaciegas y los rumores que rodeaban a Enrique IV- hermanastro de Isabel y Alfonso- sobre quien recaía la acusación de cornudo.


Ello debido a que su esposa, Juana de Portugal, quedó embarazada cuando era conocido por todos la impotencia del Rey. Así se decía, por tanto, que Juana, la niña nacida, era de Beltrán de la Cueva, conde de Ledesma, mayordomo y valido del rey. Precisamente por eso el sobrenombre que se asignó a la pequeña Juana fue La Beltraneja. No pareció que los rumores afectasen a Enrique quien la nombra Princesa de Asturias y por tanto heredera al trono de Castilla.




A la muerte de su hermano Alfonso, tal vez envenenado, como se rumoreó, Isabel, de tan solo dieciséis años, se declara heredera al trono de Castilla como sucesora de su hermano y por delante de Juana la Beltraneja, retando abierta y conscientemente a Enrique IV quien, como decimos, tenía el puesto reservado a su hija.
Tras una pequeña reflexión y viendo cómo crecían las fuerzas contrarias, Isabel decide emprender un camino de entendimiento con el Rey que concluyó con Los Acuerdos de Guisando el 14 de agosto de 1468. En ellos se acordó que Isabel sería la única heredera al trono a cambio de no traicionar a su hermanastro, renunciando a ser reina antes de que éste muriese. Además sería él mismo el que decidiese con quien casarla.
En este punto Isabel se teme lo peor: era el punto central de la trampa que la quería tender ya que pretendía casarla con Alfonso V de Portugal. Si ésto ocurría, por mucho que fuese heredera, pasaría a ser reina de Portugal y por tanto quedaría lejos de Castilla donde reinaría Juana por medio de otro matrimonio, esta vez con el hijo de Alfonso V, unión que les daría a los jóvenes las coronas de Portugal y Castilla.
Isabel, no estando de acuerdo con éste último punto, comenzó negociaciones secretas con el reino de Aragón para contraer matrimonio con Fernando, hijo y heredero de Juan II, de la misma edad que la propia Isabel.
Los dos jóvenes se casan en secreto en octubre de 1469 gracias a una falsa bula papal conseguida por el arzobispo Carrillo, amigo íntimo de la Reina, que les permitió unirse a pesar de su relación de primos. Con esta unión Isabel incumple su pacto con Enrique quien declara nulos los acuerdos de Guisando y por tanto declara a su hija Juana la heredera al trono.


Esta es la situación cuando muere Enrique IV en 1474 sin haber hecho testamento. Isabel, atendiendo al pacto firmado hace años, se declara reina de Castilla. La guerra civil daba comienzo y es que tanto La Beltraneja como Alfonso V de Portugal no estaban dispuestos a perder tan fácilmente el trono.



Fueron cinco años de enfrentamientos con los partidarios de Juana y Portugal, que terminan con la victoria de Isabel y Fernando quienes, estando cerca del triunfo, firman la concordia de Segovia, determinado el vínculo a sus reinos así como sus funciones. Será la paz de Alcaçovas, firmada en septiembre de 1479 con Portugal, la que vino a terminar con la guerra. Isabel sería la reina de Castilla.

En el mismo año, 1479, muere Juan II de Aragón por lo que Fernando se convierte en rey de Aragón, Sicilia, Cataluña, Valencia, Baleares y Cerdeña.

Los acontecimientos de su reinado

Siendo soberana, Isabel crea la Inquisición, expulsa a los judíos, apoya a Colón, un marinero que promete nuevas tierras, reconquista Granada y une Castilla, un territorio extensísimo donde tradicionalmente los nobles habían ostentado un poder que chocaba frontalmente con el real. Ella consigue que dichos señores le rindan pleitesía y se arrodillen ante ella.

domingo, 20 de febrero de 2011

Las áreas de materia gris relacionadas con la memoria, la empatía y el estrés se transforman de forma considerable

No lo dice un grupo «new age», ni unos amantes de la pseudociencia o de la falsa espiritualidad, sino un equipo de psiquiatras liderado por el Hospital General de Massachusetts, que ha realizado el primer estudio que documenta cómo ejercitar la meditación puede afectar al cerebro. Según sus conclusiones, publicadas en Psychiatry Research, la práctica de un programa de meditación durante ocho semanas puede provocar considerables cambios en las regiones cerebrales relacionadas con la memoria, la autoconciencia, la empatía y el estrés. Es decir, que algo considerado espiritual, nos transforma físicamente y puede mejorar nuestro bienestar y nuestra salud.


«Aunque la práctica de la meditación está asociada a una sensación de tranquilidad y relajación física, los médicos han afirmado durante mucho tiempo que la meditación también proporciona beneficios cognitivos y psicológicos que persisten durante todo el día», explica la psiquiatra Sara Lazar, autora principal del estudio. «La nueva investigación demuestra que los cambios en la estructura del cerebro pueden estar detrás de esos beneficios demostrados, y que la gente no se siente mejor solo porque se han relajado», apunta.

Lazar ya había realizado estudios previos en los que había encontrado diferencias estructurales entre los cerebros de los profesionales de la meditación, con experiencia en este tipo de prácticas, y los individuos sin antecedentes, como, por ejemplo, un mayor grosor de la corteza cerebral en áreas asociadas con la atención y la integración emocional. Pero entonces la investigadora no pudo confirmar si este proceso había sido fruto de, simplemente, haber pasado unos ratos de reflexión.

Conciencia sin prejuicios

Para el estudio actual, los científicos tomaron imágenes por resonancia magnética de la estructura cerebral de 16 voluntarios dos semanas antes y después de realizar un curso de meditación de ocho semanas, un programa para reducir el estrés coordinado por la Universidad de Massachusetts. Además de las reuniones semanales, que incluían la práctica de la meditación consciente, que se centra en la conciencia sin prejuicios de sensaciones y sentimientos, los voluntarios recibieron unas grabaciones de audio para seguir con sus cavilaciones en casa.

Los participantes en el grupo de meditación pasaron 27 minutos cada día practicando estos ejercicios. Sus respuestas a un cuestionario médico señalaban mejoras significativas en comparación con las respuestas antes del curso. El análisis de las imágenes por resonancia magnética encontró un incremento de la densidad de materia gris en el hipocampo, una zona del cerebro importante para el aprendizaje y la memoria, y en estructuras asociadas a la autoconciencia, la compasión y la introspección. Además, se descubrió una disminución de la materia gris en la amígdala cerebral, un conjunto de núcleos de neuronas localizadas en la profundidad de los lóbulos temporales, lo que está relacionado con una disminución el estrés. Ninguno de estos cambios fueron observados en el grupo de control formado por otros voluntarios, lo que demuestra que no fueron resultado solo del paso del tiempo.

«Es fascinante ver la plasticidad del cerebro y cómo, mediante la práctica de la meditación, podemos jugar un papel activo en el cambio del cerebro y puede aumentar nuestro bienestar y calidad de vida», dice Britta Hölzel, autora principal del estudio. El hallazgo abre las puertas a nuevas terapias para pacientes que sufren problemas graves de estrés, como los que soportan un agudo estrés post-traumático tras una mala experiencia.

viernes, 18 de febrero de 2011

El regalo envenenado

Blancanieves recibe una manzana de la madrastra y, engañada por la lozana apariencia de la fruta y del amable agasajo conciliador, sucumbe a la droga inyectada, y cae en letargo hasta ser salvada por el beso de un príncipe.




Parece una bonita descripción para otras ``manzanas envenenadas'', por las que podemos ser destruidos por los que, aparentando dar, en realidad nos quitan, y en buena medida somos destruidos a costa de nuestra propia credulidad ya que, ingenuos, creemos recibir lo que en realidad rechazaríamos de saber lo que tiene oculto, aturdidos por la blanda ceguera de pensar que los malos son buenos arrepentidos.



Aunque podamos disculpar a Blancanieves, porque después de todo es admirable su candor, y porque de no mediar una artimaña hubiera seguramente estado en guardia, en cambio tiene un punto débil que no debemos dejar caer en el olvido: su dificultad para creer lo que percibe (le parece imposible que la madrastra siempre le odie), su incapacidad para distinguir que los comportamientos e intenciones son agonistas y por consiguiente adaptarse a reglas de juego diferentes con las ``almas gemelas'' y las ``almas negras''.



También la figura del príncipe representa una ascensión, una salvación y una recuperación de la caída en la treta, de la desgracia, por medio del otro sin más trabajo que dejarse besar, sin siquiera ver ni desear ser besados: en total estado de pasividad, por la magia del azar. Se pone la salvación en manos de un otro salvador en vez de nuestras propias manos.

Ambivalencia


Un que te doy pero no te doy, con generosidad te doy, pero qué me das si te doy, te voy a dar cuando no esperes en vez de cuando desesperes, no te doy porque no te mereces que te de, aunque te doy a pesar de que no lo mereces. ¿A que no sabes si te daré o no te daré? Aunque no quieras te daré, pero cuando quieras no te daré.

Descalificación


Descalificar es rebajar méritos, quitar razones que avalen o entrañen recompensa. De forma que cuando el cuidador, con la cuchilla de su crítica, arranca impurezas y amontonadas en el recipiente de la basura hieden y repugnan, justificando la asqueada retirada de la vista, la mueca del atufo, el aleteo nasal que el hedor provoca, pero todo ello aplicado a un comportamiento incorrecto del cuidado.

La conducta odiosa es etiquetada como horrible, asquerosa, insoportable, indigna y toda otra suerte de aumentativos que intentan señalar el resultado de una degradación digna de interrumpir el confiado curso de las cosas.




Los modales de mesa, los poses, las formas de sentarse, la falta de finura o inadecuación al elegir una palabra, todo es detectado y fotografiado con la cámara instantánea del desprecio (``Comes como un cerdo'', luego esa comida que te doy podría ser rebajada a sobras; ``camina con porte'', o desde luego desmereces una compañía tan elegante como la mía).



Todos los añadidos justicieros hieren con su saeta certera el placer de disfrutar lo que se recibe, transformándolo en inmercido.



Contra más incómodo se encuentra el cuidado sintiéndose tan ``amorosamente'' vigilado, controlado y rápidamente cazado al vuelo de un fallo, más esa tensa espera de una expresión airada aguafiestas le incomoda y hace cometer nuevas torpezas, que a su vez confirman la fama contumaz de imperfectos empedernidos, reincidentes desconsiderados, inútiles aprendices de las sabias lecciones de cómo recibir correctamente el bien que se te da.



El modo como el cuidador quiere que el cuidado se comporte requiere una exactitud esencial para que el cuidador disfrute cuidando (al precio de renunciar el cuidado al ``libertinaje'' de ser él mismo para-sí mismo).



En ocasiones, es más importante la ceremonia, la liturgia de dar y recibir, pautada, reglamentada con precisión relojera, que el disfrute derivado de ver disfrutar al cuidado por lo que le damos.



Dar con magnanimidad, sin obligar cuando, cómo, de qué manera y con qué palabras adecuadas exactas, es lo contrario de dar censurando, ensañándose el cuidador en demostrar, escandalizado, que el cuidado le ha estafado con sus feos, haciéndose inmerecedor de lo que se le da.



La labor corrosiva que suscita la constante desaprobación (el activo desaprobar nunca se ve digno de verse desaprobado por su exceso desaprobado) no consiste en la verdadera actuación de un ``monstruo''. Este último, en vez de constante atacar, perdonar con conmiseración y dar una nueva oportunidad que nos vuelve a decepcionar, suscitaría un radical rechazo que impediría la clase de misión entre redentora y exquisita de la que estamos hablando.

jueves, 17 de febrero de 2011

Las descargas de la red: Italia

Italia :sin regular.
No existe una ley respecto.Sòlo la mal llamada ley Urbani,que castiga como delito a quien coparte archivos ,pero limita a falta administrativa al  internauta  que se los descarga

Alemania

Alemania
Alemania :menos descargas, màs 'piratas'.
En 2006 se aprovo una ley con penas hasta dos años de prisiòn por descargar para uso personal y cinco si hay lucro.
La Federaciòn de Industria a los infractores.CEnvia en torno a 5.000 notificaciones al mes solicitando el pago de las cantidades defraudadas por derecho de autor.

Finlandia

Tiene una de las legislaciones màs restrictivas :el derecho de la propiedad intelectual se extiende a todo el contenido de la Red ,incluyendo blogs webs....Puede requisar ordenadores o acceder al e-mail. el usuario no puede descargar ningùn material,ni si quiera para uso personal

Las descargas de la red

"Si te paso en un !pendrive!varios libros no es delito ,pero si los pongo en una web y cobro por ello,sì.Nadie cuestiona eso"
Los internautas justifican las descargas ilegales diciendo que los que se forran son los intemediarios :las discogràficas ,las editoriales ...pero las pàginas de descargaas tienen publicidad y gana dinero ,¿No hacen ellas igual el papel de intermediarios? Los piratas informaticos que gestionan pàginas de descargas ilegales llegan a ganar millones de euros al año.Kim schmitz el se multimillonario gestor de Megavideo y Megaupload.
               

viernes, 11 de febrero de 2011

Al aceptar incondicionalmente a los demás

Al aceptar incondicionalmente a los demás los ayudamos a que se


despojen de sus máscaras y se sientan a gusto con lo que son. La

seguridad de que se los acepta les da la libertad de ser ellos mismos,

y con ello pueden llegar a conocerse fácilmente y a aceptarse a sí

mismos.

Alentar mi optimismo es el mejor modo de conservar la alegría. Para

lograrlo puedo empezar el día meditando sobre cómo derramar luz y

amor en las situaciones que se me presentarán a lo largo del día. Si

luego me mantengo en contacto con el espíritu de Dios y con su

benévola mirada, la felicidad interior que me embargará me ayudará

a afrontar cualquier situación sin sentirme agobiado.

A medida que crece nuestra fuerza espiritual, abandonamos el hábito

de preocuparnos. Para nada sirve, como no sea para llenarnos de

tensión y hacernos sentir desdichados. Cuando dejo de inquietarme

por cosas que están más allá de mi control, y en cambio me

concentro en crear pensamientos optimistas y bondadosos, mi vida se

encauza en direcciones mucho más positivas. Al encarar la vida con

espíritu liviano y optimista puedo afrontar con calma todo lo que ella

me depare.

Todos deseamos que nos amen por lo que somos. Cuando amo

plenamente a los demás, refuerzo su autoestima y ayudo a que ellos

a su vez traten con amor a los otros. Aunque no vea resultados

inmediatos, el amor siempre está actuando.

Si sólo doy mi amor a una o dos personas, éste acabará por

extinguirse. Si aprendo a llenar mi corazón de amor y a brindárselo

en silencio a todo aquel que encuentro, el amor embellecerá cada

rincón de mi vida.

Si comienzo cada día meditando en silencio y colmando mi mente de

pensamientos positivos y llenos de amor, poco a poco desalojaré todo

cinismo y hostilidad. Mi espíritu debe ser tan hermoso y acogedor que

Dios mismo quiera venir a visitarme.

Belleza interna

Para cultivar la belleza interna, primero hemos de aceptarla y después buscarla. Esto es un reto, puesto que tenemos dificultades en conocer nuestra propia naturaleza. Muchos de nosotros somos con frecuencia propensos a sentirnos heridos por un comentario fuera de tono pero tenemos dificultades en aceptar las cosas buenas que otros ven en osotros.
Por ejemplo, junto a ser humildes hemos de aceptar nuestra grandeza. No la grandeza del ego, que se vanagloria de la posición o prestigio, sino la grandeza de nuestro espíritu, de la pureza de nuestro ser y de nuestra capacidad de amar. Aceptar esta grandeza es verdadera humildad ya que nos capacita para verla y aceptarla en los demás. Encontrar esta belleza interna también es un desafío porque hemos
cultivado el hábito de mirar nuestros defectos. A medida que miramos en
el “jardín” de nuestra mente, nos encontramos con un lecho de rosas
plagado de malas hierbas. Entonces nos sentimos tentados a eliminar las
malas hierbas de nuestras debilidades, malos hábitos y sentimientos
negativos. Pero esto se puede convertir en una tarea desagradecida. Tan
pronto como una se elimina aparece otra, entonces relajamos la vigilancia
y vuelve a crecer de nuevo.
Primero necesitamos desarrollar y apreciar la belleza de nuestro jardín,
que reside en las “flores” de nuestras cualidades puras y virtudes. Hay un
santuario escondido dentro de cada alma que ya es completo y perfecto
con cada virtud divina. Cuando viajamos hacia el interior encontraremos
una llave para llegar a este lugar y descubrir nuestra pureza, inocencia y
felicidad originales. La llave es la paz y el conocimiento de que somos, en
esencia, un alma pacífica. Esta es también la llave para alcanzar nuestra
grandeza y libertad.

Transformación

Decimos que a fin de que se dé la transformación del mundo, primero necesitamos transformar nuestro ser. Necesitamos ser el cambio que queremos ver en el mundo. Sin embargo, muchas personas no pueden transformar su ser debido al trabajo sutil que se requiere para esto. Una de las causas de que la transformación en profundidad sea difícil es que nos hemos apegado a una vieja manera de ser y nuestra identidad se ha vuelto dependiente de la misma.



La transformación del ser significa liberarse uno mismo de su vieja identidad, una identidad que arrastra capas y capas de diversas formas de apegos. Necesitamos detectar las características adquiridas que hemos acumulado a lo largo del tiempo – características que nos han alejado de nuestro ser verdadero y nos han metido en una caja.



Al hacer esto, estamos participando activamente en nuestra propia exploración personal y en el descubrimiento de “quién soy yo”. Necesitamos revisarnos antes de que podamos cambiarnos. Necesitamos saber quiénes somos antes de poder saber qué papel interpretar en el mundo. El principio sutil de este proceso es: Hasta el punto en que yo me prepare interiormente, hasta el mismo punto seré capaz de ser parte de la transformación en el exterior.



Ni un solo día debería pasar en el que no nos hayamos preguntado: “¿Cuál es mi propósito para hoy? ¿Cuál es el propósito de mi vida hoy?” Y al final del día deberíamos preguntarnos: “¿Qué beneficio o aprendizaje obtuve del día de hoy? ¿Cómo se beneficiaron los demás de mí?”



Este propósito nos da la capacidad de hacer todo lo demás. Para fortalecer nuestro propósito, es esencial crear tiempo para sentarse en silencio y conectar con Dios cada mañana temprano, antes de empezar el día.

photoshop reunir a la familia


Con estas fotos

HE CONSEGUIDO ESTAS




jueves, 3 de febrero de 2011

Amanecer









Esto es lo que veo todos los dias desde mi ventana por la mañana